Takuma Sato vuelve a saborear la leche del campeón en Indianápolis
El orgullo nipón al alza. Takuma Sato, motorizado por Honda en su monoplaza del equipo Rahal Letterman Lanigan Racing, se impuso por segunda vez en la prueba de mayor prestigio […]
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El orgullo nipón al alza. Takuma Sato, motorizado por Honda en su monoplaza del equipo Rahal Letterman Lanigan Racing, se impuso por segunda vez en la prueba de mayor prestigio […]
El orgullo nipón al alza. Takuma Sato, motorizado por Honda en su monoplaza del equipo Rahal Letterman Lanigan Racing, se impuso por segunda vez en la prueba de mayor prestigio en el calendario automovilístico americano después de contener las acometidas de Scott Dixon (Chip Ganassi Racing-Honda) en las últimas vueltas. El violento accidente de Spencer Pigot, integrante de la formación vencedora, a falta de cinco giros al óvalo de Indianápolis permitió a Sato disfrutar de los kilómetros finales al compás marcado por el Pace Car.
La carrera comenzó con dos grupos bien diferenciados. La temprana bandera amarilla provocada por los problemas con el freno y posterior conato de incendio en el bólido de James Davison (Dale Cayne Racing-Honda) hizo que los pilotos que rodaban al fondo del pelotón invirtiesen su estrategia con respecto a los que ocupaban las posiciones de cabeza. Entre los que anticiparon su primer paso por boxes estaban Oliver Askew (Arrow McLaren SP-Chevrolet), Simon Pagenaud (Team Penske-Chevrolet) y Will Power (Team Penske-Chevrolet), trío que se intercambiaría las plazas de honor con los Dixon, Sato, Alexander Rossi (Andretti Autosport-Honda) y Rinus VeeKay (Ed Carpenter Racing-Chevrolet). El rookie holandés se descartaría de la lucha por el triunfo cuando en su segunda parada atropellaba a un mecánico, recibiendo una penalización en forma de Stop&Go. El poleman Marco Andretti (Andretti Autosport-Honda), por su parte, cedía muchas plazas en los compases iniciales.
Sin embargo, la variedad táctica concluyó en la vuelta 90 en favor de los que pararon más tarde con otra bandera amarilla, causada por el accidente de Dalton Kellett (AJ Foyt Racing-Chevrolet). En la reanudación Dixon y Rossi se enzarzaron en una batalla con constantes adelantamientos por el liderato un giro tras otro con Sato enganchándose al rebufo de ambos. Pero el estadounidense sufriría un varapalo fulminante a sus opciones con una sanción que le envió al fondo de la clasificación por un unsafe release con el japonés. A pesar de ello, se abrió camino en una meteórica remontada frustrada por un toque contra el muro que le abocaría al abandono.
Restando cincuenta vueltas todavía al óvalo, los aspirantes a inscribir su rostro en el Trofeo Borg-Warner se reducían a ocho: Dixon, Sato, Josef Newgarden (Team Penske-Chevrolet), Graham Rahal (Rahal Letterman Lanigan Racing-Honda), Santino Ferrucci (Dale Coyne Racing-Honda), Colton Herta (Andretti Autosport-Honda), Patrick O’Ward (Arrow McLaren SP-Chevrolet) y James Hinchcliffe (Andretti Autosport-Honda). A medida que se acumulaban millas en el Indianapolis Motor Speedway, los cuatro primeros aumentaron la velocidad y empezaron a despegarse de sus perseguidores.
No obstante, ninguno logró igualar a Sato, que navegó con inteligencia entre los doblados y dificultó el adelantamiento a Dixon al trazar pegado al interior de la pista. Al neozelandés no le quedaría más remedio que arriesgar por la zona sucia para recuperar el lugar que mantuvo durante gran parte de la tarde, hasta que el golpe de Pigot finiquitó esta edición de las 500 Millas a cinco giros del final, conformándose el neozelandés con ser segundo.
A espaldas de Sato y Dixon cruzó bajo la bandera a cuadros Rahal justo por delante de Ferrucci. Newgarden bajó hasta la quinta posición en un último stint en el que su coche no rindió al igual que en los anteriores. El vigente campeón de IndyCar Racing precedió al mejor debutante en el histórico circuito, el mexicano O’Ward. El top diez lo cerraron Hinchcliffe, Herta, Jack Harvey (Meyer Shank Racing-Honda) y Ryan Hunter-Reay (Andretti Autosport-Honda).
Fernando Alonso fracasó en su tercer asalto con un domingo en el que problemas mecánicos en uno de sus pit-stop le hicieron perder una vuelta y cualquier esperanza a un resultado positivo. El bicampeón de Fórmula 1 lidió con problemas en el embrague de su Arrow McLaren SP-Chevrolet, terminando en una lejana P21.
Foto: IndyCar Series