Lograr una victoria en un Gran Premio es un privilegio del que muy pocos pilotos pueden presumir, entre ellos un francés llamado Pierre Gasly, protagonista principal de una épica carrera el pasado fin de semana en el Autodromo Nazionale di Monza. No obstante, su camino hacia los podios del Gran Circo contuvo más de una piedra de considerables dimensiones, además de duros golpes psicológicos, pero el galo se sobrepuso a estos cosechando el resultado que siempre soñó. En doce meses pasó de ser destituido de Red Bull Racing a descubrir las sensaciones del triunfo en Fórmula 1 con la Scuderia AlphaTauri, un hito que tan solo ha conseguido un tal Sebastian Vettel.
Lograr una victoria en un Gran Premio es un privilegio del que muy pocos pilotos pueden presumir, entre ellos un francés llamado Pierre Gasly, protagonista principal de una épica carrera el pasado fin de semana en el Autodromo Nazionale di Monza. No obstante, su camino hacia los podios del Gran Circo contuvo más de una piedra de considerables dimensiones, además de duros golpes psicológicos, pero el galo se sobrepuso a estos cosechando el resultado que siempre soñó. En doce meses pasó de ser destituido de Red Bull Racing a descubrir las sensaciones del triunfo en Fórmula 1 con la Scuderia AlphaTauri, un hito que tan solo ha conseguido un tal Sebastian Vettel.
Pierre Gasly, francés nacido en Ruan el día 7 de febrero de 1996, comenzó su trayectoria deportiva con 10 años en la modalidad de iniciación en automovilismo por excelencia, el karting, bregándose en la competitiva disciplina hasta el término del año 2010. Luego saltaría a los monoplazas disputando la Fórmula Renault, tiempos en los que comenzó su relación con Red Bull como integrante del programa de formación ‘Junior Driver’. Unos pasos que le acercaban a cumplir su deseo de competir en el Mundial de Fórmula 1.
Después de continuar su progresión en el deporte del motor coronándose campeón de GP2, fue su periplo en Japón el que le aseguró su pasaporte al Gran Circo como sustituto de Daniil Kvyat en la Scuderia Toro Rosso para el Gran Premio de Malasia de 2017, evento en el que clasificó decimoquinto a una décima de su compañero de equipo, el español Carlos Sainz, finalizando la carrera al día siguiente en P14, unos números positivos habida cuenta de su estatus como debutante y que le permitieron terminar ese curso en la formación dirigida por Franz Tost y también le garantizó un asiento para el curso 2018, el primero de Honda con el equipo filial de los de las bebidas energéticas.
Pierre Gasly debutó en el Gran Premio de Malasia de 2017 en sustitución de Daniil Kvyat, cosechando una decimocuarta posición y rodando en registros similares a los de su compañero de equipo en clasificación.
Aunque la alianza Toro Rosso-Honda comenzó con un abandono en Australia por avería en la unidad de potencia, en la segunda ronda en Bahréin Pierre Gasly sumaría sus primeros puntos con una excelente cuarta posición, siendo únicamente superado por el Ferrari de Sebastian Vettel y los Mercedes de Valtteri Bottas y Lewis Hamilton, resultado que desató la alegría en el box de los italianos y provocó alguna que otra lágrima en los japoneses de Honda después de la travesía en el desierto con McLaren en la que les llovieron las críticas.
Sus primeros puntos llegaron el GP de Bahréin de 2018, brillando enormemente en la noche de Sakhir con una P4 en la segunda carrera de Honda con Toro Rosso.
Una semana después saltarían chispas con Brendon Hartley, ocupante del otro Toro Rosso, en el GP de China, tocándose ambos y dañando sus respectivos monoplazas. Hasta el GP de Mónaco Pierre Gasly no volvería a puntuar, obteniendo en el trazado urbano por excelencia una séptima plaza. El #10 se marcharía al parón estival concluyendo de nuevo en el top ten en el GP de Hungría, concretamente sexto.
Al regreso de las vacaciones, Gasly obtendría la promoción a Red Bull Racing para reemplazar a Daniel Ricciardo, premio a su rendimiento en comparación con el de Hartley, pero que quizás llegaría demasiado pronto para un piloto que, en el momento que firmó su ascenso a un equipo ganador, contaba con una experiencia de apenas veinte carreras en Fórmula 1. Con todo, concluiría su primera temporada completa decimoquinto con 29 puntos, superando ampliamente a un Hartley que solo sumaría 4.
En octubre de 2017 Red Bull confirmaba el ascenso de Pierre Gasly, que terminaría su campaña con Toro Rosso decimoquinto aportando al equipo 29 de los 33 puntos que sumaron.
Pero su andadura con la escudería cuatro veces campeona del mundo empezó con un accidente durante los test invernales en el Circuit de Barcelona-Catalunya que marcó el devenir de su estancia en Red Bull Racing. Gasly no logró sobreponerse a ese impacto y la sombra del temible Max Verstappen cortó las alas del galo. En Melbounre, evento encargado de iniciar la temporada, fue eliminado en la Q1 mientras el RB15 #33 clasificó cuarto. Luego en Bahréin tampoco alcanzaría la tanda final de los sábados, cayendo en la Q2. A partir del GP de China se abonaría a la Q3 hasta la conclusión de su estancia en Red Bull, pero las distancias con Verstappen a una vuelta eran abrumadoras.
Y los domingos, más de lo mismo. Con un bólido aspirante a los podios la escasa confianza de Gasly al volante le llevó a luchar contra los del grupo medio, tocando fondo en el GP de Austria y en un circuito denominado Red Bull Ring. Verstappen cometió una horrenda salida en la que Gasly le superó. Sin embargo, el holandés protagonizó una época remontada y se adjudicó el triunfo doblando a Gasly. La situación del francés empeoraba y su reputación en el Equipo A de las bebidas energéticas decrecía ininterrumpidamente. Aunque en Silverstone cruzaría bajo la bandera a cuadros en P4, su rendimiento en el GP de Hungría sentenció su vuelta a Toro Rosso en el parón estival.
Un accidente en los test de pretemporada hirió de muerte a Pierre Gasly con Red Bull. Los dirigentes del Equipo A decidieron descenderle a Toro Rosso para la segunda parte de la temporada después de rendir por debajo de las expectativas.
Lo que vivió Pierre Gasly en Bélgica el pasado año fue absolutamente devastador. Además de perder su asiento en una formación ganadora, en ese mismo Gran Premio las circunstancias le obligaron a despedirse trágicamente de un íntimo amigo y compañero de profesión con el que incluso compartió techo en su época en categorías inferiores: su compatriota Anthoine Hubert, víctima mortal en una catastrófica carrera de Fórmula 2. En unos momentos increíblemente duros psicológicamente, Gasly no se dio por vencido, acabando ese desgraciado fin de semana en los puntos.
La destitución cambió su manera de afrontar las rondas del Mundial de Fórmula 1, optando a partir de ella en centrarse en como evolucionar como piloto y ampliando sus conocimientos técnicos para así extraer el máximo potencial del bólido disponible y de sus habilidades en el cockpit, una estrategia que fructificó en el GP de Brasil, escenario de su estreno en el cuadro de honor del Gran Circo. Sí, con un Toro Rosso. Pierre aprovechó los incidentes que se produjeron en las posiciones delanteras y escaló hasta una segunda posición que defendió férreamente en el último sprint por la recta principal del Mercedes de Lewis Hamilton. La exaltación del #10 comunicándose con su ingeniero por radio denotaba las emociones que recorrían por el galo después de una temporada en la que se dudó de sus aptitudes para competir en el Gran Circo.
Pierre Gasly cerró la extremadamente difícil temporada 2019 con un podio en el GP de Brasil en el que desató todas sus emociones, predominando la inmensa felicidad.
Para el 70º aniversario de la Fórmula 1 Pierre Gasly lució nuevos colores con la modernización de Toro Rosso, que pasó a denominarse AlphaTauri en un movimiento de marca para promocionar mediante la competición la firma de ropa de la gigantesca empresa austríaca. El arranque de la campaña se retrasó hasta julio por la pandemia que frenó por completo la actividad en el planeta. Alineado junto a Daniil Kvyat, piloto con el que compartió garaje el año anterior, Gasly se convirtió en el líder indiscutible de la escudería de Faenza, doblegando al ruso tanto en clasificación como en carrera y plantando cara a los superiores McLaren, Racing Point y Renault en la batalla por los puntos.
Su velocidad y constancia arribaron a su clímax en el Gran Premio de Italia. En los eventos previos ya había sobresalido, convirtiéndose en un figurante habitual en la Q3 los sábados y merodeando el top diez los domingos. Pero lo ocurrido en el Autodromo Nazionale di Monza fue sencillamente mágico para Pierre y una nación que no sabía lo que era triunfar en Fórmula 1 desde que Olivier Panis dirigió su Ligier a la victoria en el GP de Mónaco de 1996. Antes del Safety Car que provocó la avería en el Haas de Kevin Magnussen, Gasly realizó su pit-stop, por lo que, en principio, la intervención del coche de seguridad condenaría la carrera del joven galo. Pero el guion se alteró con el cierre de la calle de boxes, la posterior bandera roja a causa del accidente de Cahrles Leclerc y una resalida en la que el de AlphaTauri partiría tercero, a espaldas de un sancionado Lewis Hamilton y de Lance Stroll.
Los acontecimientos en Monza situaron a Pierre Gasly en el liderato con veinte vueltas por delante. ¿Aguantaría la presión de sus hambrientos perseguidores?
Reaccionando al semáforo a la perfección, Gasly se desquitó del canadiense en plena recta y una vez que Hamilton cumplió su Stop and Go se encontró al frente del pelotón y con una oportunidad única de subir al escalón más alto del podio. Mientras el resto de sus rivales y potenciales ganadores acumulaban giros detrás del más lento Alfa Romeo de Kimi Räikkönen, Gasly ya se había construido una ventaja de cuatro segundos sobre su más inmediato perseguidor, el McLaren de Carlos Sainz. El español tendría veinte giros al Templo de la Velocidad para reducir la diferencia, pero el #10 no dio opción, conduciendo al límite y sin errar lo más mínimo. Lo que Sainz acortaba con el rebufo, Gasly endosaba en el ‘revirado’ segundo sector, completando el Gran Premio con cuatro décimas de margen sobre el piloto de la formación con base en Woking. Un triunfo inolvidable en un emplazamiento histórico que, además, es el hogar de su equipo. Eso es lo que ha conseguido Pierre Gasly, un guerrero incansable y que se ha recompuesto de los golpes recibidos haciendo realidad su sueño.
Persistir, insistir y nunca desistir, las tres claves que propulsaron a Pierre Gasly a su primera victoria en Fórmula 1 el pasado domingo en el ‘Templo de la Velocidad’.