Comenzó la acción en los desiertos de Arabia Saudí con los once kilómetros de la etapa prólogo. Aunque por su escasa distancia los resultados carecen de representatividad, la especial diseñada al este de Jeddah establecerá el orden de salida para la primera jornada de competición, en la que partirán Nasser Al Attiyah-Matthieu Baumel al frente del pelotón al volante del Toyota Hilux. Cuatro vehículos de la firma nipona se situaron en el top 5. Por el contrario, un planteamiento excesivamente conservador relegó a los Mini John Cooper Works Buggy oficiales a P14 y P28.
Arranca una nueva edición del Rally Dakar en Arabia Saudí. Con los protocolos sanitarios obligados por las circunstancias sanitarias y tras los esfuerzos realizados por Amaury Sport Organisation por realizar la prueba más exigente del planeta a pesar de las restricciones que rigen actualmente al país situado en el golfo Pérsico, el rugir de los motores inundó los once kilómetros de la especial de Jeddah, encargada de establecer el orden de salida para la etapa de mañana entre la misma Jeddah y Bisha.
Los Toyota Hilux dominaron contundentemente y sin ningún síntoma de temor a abrir pista en los 277 kilómetros de la cronometrada de apertura. Entre los 4×4 de la firma nipona destacó la dupla formada por Nasser Al Attiyah-Matthieu Baumel, los hombres sobre los que la formación oficial fija sus esperanzas para añadir un triunfo más a sus vitrinas. Caracterizado por su velocidad explosiva, el piloto catarí endosó 8″ al héroe local, Yazeed Al Rajhi, que acompañado por Dirk von Zitzewitz tratará de encontrar la constancia que le privó de alegrías mayores en el debut de la prueba en sus tierras el pasado año. Sin embargo, la sorpresa del día la protagonizaron Brian Baragwanath-Taye Perry, segundos con el competitivo Century CR6 tras empatar con la tripulación #301 y partir a la prólogo en un retrasado trigésimo octavo puesto.
El polaco Jakub Pryzogonski, con el alemán Timo Gottschalk a su derecha, se situó en cuarta posición en su primera aventura dakariana con Toyota, endosando 2» a Bernhard ten Brinke-Tom Colsoul. El Mini más rápido ocupó el sexto lugar en las manos de Orlando Terranova-Bernardo Graue, marcando los argentinos el mismo registro que sus predecesores. Sin embargo, conducen una unidad John Cooper Works Rally, es decir, el modelo tracción total de los coches preparados por X-Raid. Los Buggy sobre los que el preparador teutón centra los programas de desarrollo y que dirigen los españoles Carlos Sainz-Lucas Cruz y los franceses Stéphane Peterhansel-Edouard Boulanger finalizaron en unas muy discretas P26 y P14, respectivamente, lastrando un pinchazo a los defensores de la victoria.
Reafirmando su apuesta por el proyecto con el que brillaron en 2020, Mathieu Serradori-Fabian Lurquin posicionaron su Century CR6 en el octavo lugar, a espaldas de los noveles Henk Lategan-Brett Cummings, que con el respaldo de Toyota Gazoo Racing establecieron un tiempo 15» peor al de Al Attiyah-Baumel. Sheikk Khalid Al Qassimi-Xavier Panseri, de nuevo a bordo de un Peugeot 3008 DKR, concluyeron novenos, justo por delante de los retornados y ambiciosos Sébastien Loeb-Daniel Elena. La pareja nueve veces campeona del mundo de rallyes cedió 17» ante el scracth con el novedoso Hunter BRX, al igual que Martin Prokop-Vyktor Chytka (Ford Raptor RS Cross Country) y Vladimir Vasilyev-Dmitro Tsyro (Mini JCW Rally).
Entre los prototipos ligeros, positivo debut de Kris Meeke, la referencia de la categoría sobre el PH-Sport Zephyr junto a su navegante holandés Wouter Rosegaar. El británico aventajó en apenas 2″ a sus oponentes más próximos, Seth Quintero-Dennis Zenz (OT3-02). Por lo que respecta a la clasificación reservada a los SSV, se impusieron Austin Jones-Gustavo Gugelmin (Can-Am XRS).
Foto: Red Bull Content Pool
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