La dupla estrella de Toyota Gazoo Racing South Africa obtuvo su quinta victoria de etapa y acorta distancias con los líderes de la prueba más exigente del planeta. El trío fantástico volvió a marcar diferencias evidentes sobre el resto, destacando en este grupo de galácticos Nasser Al Attiyah-Matthieu Baumel. Aunque por momentos comandaron la clasificación de la especial, Stéphane Peterhansel-Edouard Boulanger se encontraron abriendo pista, cediendo en meta 3:03 con sus directos rivales. Carlos Sainz-Lucas Cruz continúan en la tercera plaza y a la expectativa de errores de sus antecesores.
Descontentando kilómetros para regresar a Jeddah y entregándose al máximo para lograr la victoria. Con ese planteamiento han arrancado los tres fantásticos la última semana de competición en los desiertos de Arabia Saudí. Al igual que en la etapa de ayer, rodaron a una velocidad estratosférica y sortearon las dificultades de la especial entre Sakaka y Neom (375 kilómetros) sin contratiempos mecánicos considerables: Stéphane Peterhansel-Edouard Boulanger, Nasser Al Attiyah-Matthieu Baumel y Carlos Sainz-Lucas Cruz proceden de una galaxia de privilegiados. Los únicos que consiguieron marchar a un ritmo similar al que imprimieron fueron Yazeed Al Rajhi-Dirk von Zitzewitz, pero su Toyota Hilux desfalleció en el kilómetro 193 con problemas mecánicos.
Ajenos a estos desde el pasado 3 de enero, fecha en la que comenzó la cuadragésimo tercera edición del Rally Dakar, Peterhansel-Boulanger, Al Attiyah-Baumel y Sainz-Cruz protagonizaron una batalla titánica por el triunfo parcial, agrupados en un puñado de segundos al paso por cada ‘waypoint’. Sin embargo, a partir del punto en el que Al Rajhi-von Zitzewitz, encargados de abrir pista, se detenían para reparar los daños de su montura, las labores de limpieza recaían en el Mini John Cooper Works Buggy de ‘Monsieur Dakar’.
El piloto más exitoso en la historia de este prestigioso evento cruzó la pancarta de meta al frente del pelotón, pero su renta en lo más alto de la clasificación general decrece a 4:50 con respecto a la tripulación del Toyota Hilux #301, los más rápidos del día por 52» sobre Sainz-Cruz. Los españoles añaden presión desde la distancia y aprovecharán cualquier equivocación de sus oponentes al título en las próximas etapas.
Otra intensa pugna se libró por el cuarto lugar parcial entre los Peugeot 3008 DKR de Cyril Despres-Mike Horn y Khalid Al Qassimi-Xavier Panseri, ambos amparados por la formación francesa PH-Sport. Con unas diferencias ínfimas durante toda la etapa, finalmente se impondrían Al Qassimi-Panseri por… ¡cinco segundos! No obstante, la desventaja con Al Attiyah-Baumel superó la docena de minutos.
A espaldas de las monturas de la firma del león concluyó el polaco Jakub Przygonski, que, acompañado por el versado navegante germano Timo Gottschalk, prolonga su estancia en el cuarto puesto de la general con su Toyota Hilux, disfrutando de un colchón de 52′ sobre los poseedores de la quinta posición provisional, Nani Roma-Alexandre Winocq, que avanzan positivamente con el novedoso y resistente Hunter BRX de Prodrive. Por el contrario, los infortunios se ceban con sus compañeros de equipo Sébastien Loeb-Daniel Elena, que acumularon más de tres horas parados y decidieron retirarse.
En el séptimo lugar terminaron la especial los sudafricanos Shameer Variawa-Dennis Murphy a bordo de un Toyota Hilux oficial y por delante de los rusos Vladimir Vasilyev-Dmitro Tsyro sextos de la general con un Mini John Cooper Works Rally.
En la categoría reservada a los prototipos ligeros, Austin Jones-Gustavo Gugelmin continúan cargando con la batuta de mando en su Can-Am XRS. El norteamericano Seth Quintero y su copiloto Dennis Zenz continúan ocupando el segundo lugar con el OT3-02, aunque ahora con la amenaza de Francisco López-Juan Pablo Latrach (Can-Am XRS) más cerca.
Clasificación general al término de la octava etapa:
Foto: Red Bull Content Pool
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