Otra temporada más en la sombra de los campeones no figura en sus planes. Con una alineación renovada, Red Bull Racing y Honda intentarán finalizar su relación con ese tan ansiado título que persiguen desde que unieron fuerzas hace tres años. Plenamente confiados en que Sergio Pérez rinda a un nivel similar al de Max Verstappen y que permita a los estrategas de la firma de las bebidas energéticas jugar con el mismo número de cartas que Mercedes, la estructura comandada por Christian Horner exprimirá el máximo potencial al RB16B para desquitarse del papel de eterna aspirante.
La campaña 2018 marcó un antes y un después en el programa deportivo de Red Bull Racing. Tras varios cursos en los que consideraban a los motores Renault que por aquel entonces equipaban como «el mayor lastre» de su monoplaza, la llegada de Honda con un proyecto sólido permitió soñar a los de Milton Keynes con desbaratar el dominio de Mercedes y recuperar el estado de gracia con el que compitieron a principios de la pasada década en el Mundial de Fórmula 1.
Carrera a carrera, los bólidos diseñados por Adrien Newey incrementaban su competitividad, pero siempre comenzando las temporadas a remolque con un bólido que, en lo que a prestaciones se refiere, se mostraba muy lejos de las flechas plateadas. Sin embargo, a medida que avanzaba el año las distancias se reducían, aunque demasiado tarde como para inquietar a los reyes de la era híbrida. Desafortunadamente para la formación austríaca, este tendencia continuó repitiéndose hasta el atípico 2020 y, colmando el vaso, se sumó un problema que en la presenta temporada tratarán de resolver con su nueva incorporación.
La marcha de Daniel Ricciardo a Renault condicionó en demasía el futuro de Red Bull y sus aspiraciones a los entorchados. La cantera de pilotos de la que disponían en esos momentos se encontraba en horas bajas, circunstancia que pagaron Pierre Gasly y Alexander Albon con unos ascensos prematuros que nunca dieron frutos. Un fin de semana, y al otro también, Verstappen rodaba sin compañía alguna entre los intocables Mercedes, que con emplear estrategias diferentes con Lewis Hamilton y Valtteri Bottas les bastaba para asegurar, como mínimo, la victoria.
Pero para este 2021 Red Bull dejó atrás su predilección por las jóvenes promesas de su programa junior y se hizo con los servicios del experimentado Sergio Pérez. El mexicano dispondrá de una oportunidad única en su trayectoria con la que demostrar su verdadero potencial y confirmar que es la incorporación que los austríacos necesitaban. No obstante, tendrá que medirse ante el temible Max Verstappen, que sin piedad alguna ha apabullado a cada uno de sus compañeros de equipo y se muestra todavía más hambriento de éxitos. Como líder de la escudería, el #33 deseará una rápida adaptación por parte del #11 para que ambos se cubran las espaldas mutuamente en situaciones en las que acosen a los dos Mercedes.
En la jornada de mañana (miércoles) Red Bull se desplazará al circuito británico de Silverstone y completará cien kilómetros con el RB16B en forma de filming day. Además de los titulares Verstappen y Pérez, el anglo-tailandés Alexander Albon estará presente y atenderá a las sensaciones de la dupla oficial par dirigir el desarrollo en la dirección correcta. Por otra parte, el artefacto estrenará una unidad de potencia Honda evolucionada y que, en las simulaciones, ha presentado unos datos más que interesantes.
Foto: Red Bull Content Pool
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