Una generación de pilotos en la que reina la juventud se presta muy dispuesta a coronar la cima del Mundial de Rallyes más pronto que tarde. El mejor ejemplo de la meteórica progresión de estas estrellas de corta edad lo encontramos en el Rally Ártico de Finlandia celebrado el pasado fin de semana. Kalle Rovanperä-Jonne Halttunen ya no son los únicos de la nueva generación en la máxima categoría, a la que se sumaron Oliver Solberg-Sebastian Marshall en su prometedor debut con el Hyundai i20 Coupé WRC y, en el próximo mes de abril, también lo harán Adrien Fourmaux-Renaud Jamoul.
Una generación de pilotos en la que reina la juventud se presta muy dispuesta a coronar la cima del Mundial de Rallyes más pronto que tarde. El mejor ejemplo de la meteórica progresión de estas estrellas de corta edad lo encontramos en el Rally Ártico de Finlandia celebrado el pasado fin de semana. Kalle Rovanperä-Jonne Halttunen ya no son los únicos de la nueva generación en la máxima categoría, a la que se sumaron Oliver Solberg-Sebastian Marshall en su prometedor debut con el Hyundai i20 Coupé WRC y, en el próximo mes de abril, también lo harán Adrien Fourmaux-Renaud Jamoul.
El automovilismo, al igual que cualquier otro deporte, se rige por ciclos. Tanto en el aspecto de marcas como en el de pilotos, el tiempo define en el presente a las estrellas que dominarán el campeonato en las próximas temporadas. Actualmente, en el Mundial de Rallyes cada firma implicada en la primera división cuenta con jóvenes promesas en su alineación. El más aventajado de la nueva generación, Kalle Rovanperä, ya cuenta con una temporada de experiencia en su historial junto a Toyota. Sin embargo, Hyundai y M-Sport Ford se reservan una carta cada uno: la de Oliver Solberg y la Adrien Fourmaux, respectivamente.
Kalle Rovanperä (Jyväskylä, Finlandia, 01/10/2000). Actualmente compite con: Toyota Gazoo Racing WRT
Kalle Rovanperä nació con gasolina recorriendo sus venas. Con un padre que había competido como piloto oficial en el Mundial de Rallyes durante una década y la pasión que desde pequeño desdeñaba por el rugir de los motores, su futuro en la categoría reina del automovilismo en carretera dependería únicamente de sus habilidades en el asiento izquierdo, y no fue necesario esperar más allá de los primeros meses del año 2009. Con apenas 8 años de edad, su progenitor compartió unos vídeos a través de la plataforma YouTube con los que dejó boquiabiertos a propios y extraños. En las heladas pistas de su país, Kalle conducía un Toyota Starlet adaptado a su estatura con una soltura indescriptible. Además, era capaz de compartir con su mentor detalles técnicos para sentirse más cómodo al volante.
Desde ese momento, Kalle se convirtió en el foco de atención de los equipos participantes en el certamen. Un diamante brillaba en los bosques nórdicos, pero todavía había que pulirlo compitiendo de verdad, enfrentándose a diversos terrenos y a contrincantes armados con vehículos de similares características. El escenario escogido por la familia Rovanperä para cumplir con esa fundamental etapa de formación fue Letonia. Con un Citroën C2 R2 Max y Risto Peitiläinen a su derecha, Kalle se coronó campeón nacional de la categoría 2RM en la campaña 2015, es decir, con quince años de edad. Demostrada su valía sobre un coche de tracción delantera, inmediatamente dio el salto a las cuatro ruedas motrices con un Škoda Fabia S2000 con el que dominó desde su primer kilómetro, al igual que sucedería cuando recibió el Fabia R5 en junio de 2016. Ese mismo año, debutó a los mandos de un World Rally Car en uno de los test de Toyota con el Yaris WRC que introducirían en la campaña siguiente. Compartiéndolo con sus compatriotas Esapekka Lappi y Teemu Suninen, fue Rovanperä el que estableció el mejor tiempo del día.
No obstante, el reglamento del FIA World Rally Championship impedía al menor de la saga Rovanperä debutar tan pronto, viéndose obligado a esperar a cumplir 17 años y conseguir un permiso especial por parte de la Federación Internacional de Automovilismo. En el certamen en el que sí logró batirse el cobre fue en el Europeo de Rallyes, haciéndolo en un Rally de Letonia que no le escondía ningún secreto y en el que finalizó en la segunda posición a pesar de ser esa su primera incursión con un Ford Fiesta R5. Precisamente esa sería la montura con la que se destaparía ante la audiencia mundial en el Rally de Gales del 2017, evento en el que varios contratiempos mecánicos le relegaron a P15 entre los R5. Un mes después en los salvajes parajes australianos se convertiría en el ganador más joven de una cita valedera para el WRC2, hito que se antoja insuperable.
Ya en el 2018 se le abrieron las puertas de Škoda Motorsport y de un programa de fábrica en la división de plata. Sobreponiéndose a la inexperiencia a nivel internacional, Kalle fue capaz de disputar varios triunfos a Pontus Tidemand y al mismísimo Jan Kopecký, el encargado de desarrollar el artefacto procedente de Mladá Boleslav. Concluyendo en la tercera posición y con victorias en Gales y España, el por aquel entonces adolescente continuaría con la estructura checa por una campaña más, enrolado ahora en la subcategoría WRC2 Pro, en la que ejercería una superioridad abrumadora y con la que se ganó definitivamente la confianza de Tommi Mäkinen para incorporarse al Toyota Gazoo Racing WRT. Aunque el pasado 2020 aumentó la complejidad de su adaptación al Yaris WRC, al joven finlandés le tembló el pulso para superar a un tal Sébastien Ogier en la ‘Power Stage’ del Rally de Suecia, encaramándose así al tercer peldaño del podio rompiendo los récords de precocidad.
Constante y sin cometer errores, Kalle formó parte de la lucha por el título hasta que en el Rally de Estonia un pinchazo esfumó sus opciones a certificar una victoria que habría resultado histórica. En la presente temporada, ya con conocimientos de la mayoría de citas puntuables para el Mundial, el defensor del título no dudó en añadirle a la terma de favoritos a la corona, y en absoluto se equivoca con su predicción. Su cuarta plaza en Monte-Carlo y los 23 puntos obtenidos en el Rally Ártico de Finlandia le sitúan al frente de la tabla con 20 años de edad, instaurando una nueva marca a su nombre.
Si el entorno de Kalle Rovanperä era de lo más propicio para que desarrollase una trayectoria deportiva en el Mundial de Rallyes, más de lo mismo ocurre con el de Oliver Solberg. Además de la figura de su padre Petter, puede apoyarse en la de su tío Henning, en la de su madre Pernnila o en la de su abuelo Per-Inge. Todos ellos han sentido profundamente las sensaciones que transmite el automovilismo y, como no, se las han trasladado a la más reciente incorporación a la familia. Los inicios de Solberg Junior se produjeron a los mandos de los tan potentes como ligeros Car Cross, monoplazas con los que se proclamó Campeón de Noruega en cuatro ocasiones, las tres últimas de forma consecutiva.
Tras su paso por los circuitos de firme mixto, Oliver siguió los pasos de Kalle y de la mayoría de menores europeos que intentan construir su futuro alrededor de los rallyes: competir en Letonia. Su primer vehículo fue un Peugeot 208 R2 preparado por Sports Racing Technologies, una estructura de elevada reputación en la zona báltica. Copilotado por Veronica Engan, se quedó a las puertas del entorchado Junior en las dos temporadas que abordó con el coche de la firma del león, aunque, a tenor de la velocidad exhibida, esa circunstancia no frenó su ascensión a maquinaria 4WD, más concretamente a un Volkswagen Polo GTI R5. Además, disfrutó de un programa en Norteamérica como oficial de Subaru, rememorando a menor escala la gloriosa época de su progenitor en el Mundial de Rallyes.
En ese curso 2019 impregnaría el sello de los Solberg en el Campeonato de Europa, en el que logró su primera victoria internacional con una impecable actuación en el Rally de Letonia ante la que se mostraron incapaces de reaccionar pilotos de la talla de Alexey Lukyanuk y Chris Ingram. Por otra parte, Oliver se estrenaría en el Mundial en un Rally de Galés que pondría punto y final a la vida profesional de su padre Petter. Sin embargo, los daños provocados por un vuelco privaron al joven sueco de arribar a la meta con su Polo GTI R5. Pero, antes de su abandono, ya había confirmado su potencial anotándose varios scracths en un barrizal británico sobre el que su experiencia se reducía a horas de videojuegos.
El 2020 prometía intensidad para un Oliver Solberg que planeaba adquirir valiosas lecciones en la categoría WRC3, pero la eclosión de la pandemia truncó momentáneamente su programa en el certamen de sus sueños. Aprovechando que el Europeo remprendió su marcha en el mes de julio con motivo del Rally di Roma Capitale, la familia Solberg decidió desplazarse al país transalpino con el objetivo de recuperar el ritmo propio de la competición, pero los positivos resultados de Oliver, entre los que se incluye el segundo éxito consecutivo en el Rally de Letonia, trastocaron la idea de principios de año y centraron la atención en el certamen continental, eso sí, sin olvidar el Mundial. Con un sinfín de kilómetros en su contador personal, Oliver le disputó el cetro del ERC a Lukyanuk hasta el último metro del Rally Islas Canarias, del que saldría como Campeón de ERC1 Junior.
En el parón invernal, Andrea Adamo contactó con los Solberg y cerró un acuerdo para fichar a Oliver, destinado a pelear por el entorchado en WRC2 con el Hyundai i20 Rally2. Escasos días después de que se oficializase el traspaso, se confirmaba la incorporación del Rally Ártico de Finlandia en el calendario en sustitución del cancelado Rally de Suecia. Consciente de las posibilidades de Oliver en pistas rápidas, similares a las que le vieron progresar con el Puegeot 208 R2, el dirigente italiano le ofreció un asiento en el habitáculo de uno de los Hyundai i20 Coupé WRC preparados por 2C Competition. Aceptando la proposición, Oliver y su madurez al volante cerraron el fin de semana con una séptima plaza, registros similares a los de las duplas de cabeza y un trompo en la ‘Power Stage’, en la que optó por arriesgar al máximo, como único error.
Adrien Fourmaux (Lille, Francia, 03/05/1995). Actualmente compite con: M-Sport Ford WRT
Los precedentes de Adrien Fourmaux en competición son inexistentes. Este piloto francés simplemente sentía afición por el deporte y se dedicaba a estudiar cirugía en una universidad ubicada en la ciudad de Lille. Sin embargo, el regreso del programa ‘Rally Jeunes’ impulsado por la Federación Francesa de Automovilismo supuso un atractivo incuestionable para Fourmaux, por lo que decidió probar suerte frente a una inmensa cantidad de jóvenes franceses que tratarían de emular los logros de Sébastien Loeb y Sébastien Ogier, pilotos que, con el apoyo de la FFSA, fueron catapultados a la esfera internacional gracias a la exitosa promoción a la que acudió Fourmaux en el año 2016.
Sorprendentemente, Fourmaux sería el agraciado que competiría becado por la FFSA en el Campeonato Junior de Francia a bordo de un Ford Fiesta R2T. En su temporada de debut oficial terminó en un meritorio tercer lugar que cimentó su triunfo en el curso siguiente. Con la firma del óvalo de nuevo, Fourmaux se impuso en todas las pruebas que disputó y finiquitó la lucha por el ascenso al Fiesta R5 con dos rondas de antelación. Con las miras puestas en el Rally de Monte-Carlo de 2019, Fourmaux descubriría las sensaciones con una montura tracción total en el Rally du Var de 2018, en el que sufrió un accidente cuando ocupaba un magnífico quinto puesto absoluto.
Inscrito en la categoría WRC2 con el Ford Fiesta R5 y luciendo los colores de la FFSA, Fourmaux impresionó positivamente en un Rally de Monte-Carlo que concluyó en la segunda posición de la división de plata y en el top diez de la general. La entidad regidora del automovilismo galo apostó tan decisivamente por Fourmaux que se desplazaron por toda Europa en un completo curso de aprendizaje para su pupilo, que en eventos de características tan especiales como los de Finlandia y Suecia disponía de un Ford Fiesta R2T con el que superar al ritmo adecuado las distintas fases de su formación en el Mundial.
Para el año 2020, Fourmaux se incorporó a M-Sport Ford y dispuso de las mejores herramientas posibles para empezar a conquistar terrenos alrededor del globo con el novedoso Ford Fiesta MKII Rally2. Con 3 podios de 5 posibles en WRC2, Malcolm Wilson le otorgó la oportunidad de dirigir el Ford Fiesta WRC en el Rally Legend de San Marino, liderándolo de principio a fin. Sin embargo, su demostración más contundente tuvo lugar en el archipiélago canario. Fourmaux figuró en un listado de participantes repleto de talentos y de aspirantes a títulos continentales, nacionales y regionales. Además, la meteorología presentó unas condiciones desafiantes en las que se castigaría el mínimo fallo, pero Fourmaux se mantuvo ajeno a ellos y se anotó una de las victorias más importantes en su trayectoria deportiva.
Ganándose la plena confianza de sus superiores a base de esfuerzo y superación, Fourmaux recibió la agradable noticia de que compartirá en este 2021 el segundo Ford Fiesta WRC con Teemu Suninen. Con el Rally de Croacia en el punto de mira, el talento francés fue impulsado la pasada semana por la firma de bebidas energéticas Red Bull, que desde el Rally Ártico de Finlandia acompañará a los vehículos que conduzca Fourmaux -entre ellos el anteriormente mencionado Fiesta WRC- tras integrarse en su plantel de atletas. Además, la inyección económica que supone el apoyo de la gigante empresa austríaca le estrecha el cerco a un programa completo en 2022. El tiempo dirá…