La semana arrancó con un test accidentado para la dupla rusa. A la salida de un rasante volcaban su Citroën C3 Rally2, obligando al Saintéloc Junior Team a buscar otra unidad del vehículo francés. No sin apuros, esta arribaba en la tarde del jueves al parque de asistencia de Mikolajki, permitiendo así a Alexey Lukyanuk-Alexey Arnautov participar en el Rally de Polonia. A pesar de las diferencias en configuración, los vigentes campeones se anotaron un merecido triunfo en el centenario de la prueba báltica, quedando en vano los esfuerzos de Andreas Mikkelsen-Ola Floene por desbancarles.
La semana arrancó con un test accidentado para la dupla rusa. A la salida de un rasante volcaban su Citroën C3 Rally2, obligando al Saintéloc Junior Team a buscar otra unidad del vehículo francés. No sin apuros, esta arribaba en la tarde del jueves al parque de asistencia de Mikolajki, permitiendo así a Alexey Lukyanuk-Alexey Arnautov participar en el Rally de Polonia. A pesar de las diferencias en configuración, los vigentes campeones se anotaron un merecido triunfo en el centenario de la prueba báltica, quedando en vano los esfuerzos de Andreas Mikkelsen-Ola Floene por desbancarles.
Alexey Lukyanuk es un piloto que caminó junto a la irregularidad en numerosas temporadas de su trayectoria deportiva, especialmente en sus primeras incursiones en el Campeonato de Europa de Rallyes. Sin embargo, la experiencia le ha otorgado un grado de madurez con el que ha conseguido dos títulos continentales, pero todavía algunos resquicios de la esencia con la que se presentó en el certamen realizan visitas, cada vez con menor asiduidad, a sus proyectos.
El ruso, acompañado por su compatriota Alexey Arnautov, afrontaba una semana ilusionante en la que volvía a dirigir el Citroën C3 Rally2 del Saintéloc Junior Team después de siete meses de parón. En unas pistas en las que se requiere de una valentía exagerada para rodar en tiempos competitivos, los defensores del entorchado retomaban sensaciones positivamente hasta que un vuelco destrozó el chasis de su montura, punto en el que comenzó una carrera contrarreloj en busca de otra unidad de la firma del doble chevrón.
Tras un viaje en el que atravesaron varios países, los integrantes de su equipo encontraron otro Citroën C3 Rally2 que arribó a Polonia justo el día antes del comienzo de la acción. Sin embargo, desde la Qualifying Stage Lukyanuk-Arnautov exhibieron la velocidad de siempre y no se descartaron de la lucha por el triunfo. En la etapa de ayer parecía imposible alcanzar a Nikolay Gryazin-Konstantin Aleksandrov (Volkswagen Polo GTI R5), pero un doble pinchazo en la penúltima especial de la jornada les abocó al abandono e impulsó a la primera posición a los vigentes campeones.
A pesar de la diferencia que les separaba de los líderes era considerable, Andreas Mikkelsen-Ola Floene no arrojaron la toalla en busca de un error de sus rivales que nunca llegó.
Aunque disponían de una renta que rondaba el medio minuto con sus rivales más próximos, Lukyanuk-Arnautov no concedieron ni una décima en el bucle matinal de hoy, planteamiento que cambiaron con acierto en el vespertino, permitiendo a los noruegos Andreas Mikkelsen-Ola Floene acercarse con su Škoda Fabia Evo Rally2 pero manteniendo un margen de seguridad amplio sobre la pareja mundialista, que nunca dio su brazo a torcer y aplicó toda la presión posible a sus predecesores. Así, superado un enlace de doscientos kilómetros para llegar a Varsovia, la tripulación #1 certificaba un triunfo sin tacha en la superespecial urbana conmemorativa del centenario de la prueba báltica.
En una edición tan especial como esta, las emociones de los locales Miko Marczyk-Szymon Gospodarczyk al figurar en el cuadro de honor de la ronda de casa eran más que evidentes. A bordo de un Škoda Fabia Evo Rally2 hicieron valer la experiencia acumulada en las pasadas campañas y lidiaron con la presión de rodar a asegurar el resultado, evidenciando una positiva progresión en forma de regularidad en sus registros, elemento que condicionaba sus actuaciones anteriores. Los también polacos Wojciech Chuchala-Sebastian Rozwadowski marchaban cuartos con su Škoda Fabia Evo Rally2 cuando un problema de motor les hizo penalizar en el penúltimo control horario y descender al séptimo lugar.
Miko Marczyk-Szymon Gospodarczyk fueron los polacos más rápidos en el centenario de su prueba, situándose en la tercera posición absoluta.
Así las cosas, ascendían al cuarto los españoles Nil Solans-Marc Martí en un fin de semana complejo en lo que a los reglajes de su Škoda Fabia Evo Rally2 concierne. Los del Rally Team Spain precedieron a unos Norbert Herczig-Ramón Ferencz que, armados con otro Škoda Fabia Evo Rally2, comandaron un grupo que batalló titánicamente en las seis cronometradas del día. Yoann Bonato-Benjamin Boulloud accedieron a esa codiciada P5 en el TC12, pero el propulsor de su Citroën C3 Rally2 rozó la rotura y les hizo bajar a la octava plaza, por detrás de Efrén Llarena-Sara Fernández (Škoda Fabia Evo Rally2) y de los anteriormente mencionados Chuchala-Rozwadowski. Los checos Erik Cais-Jindriska Záková (Ford Fiesta MKII Rally2) y los polacos Grzegorz Grzyb-Michal Poradzisz (Škoda Fabia Evo Rally2) acabaron novenos y décimos, respectivamente.
En ERC Junior, el problema mecánico sufrido por Ken Torn-Kauri Pannas en la segunda cronometrada de la cita inaugural del Europeo despejó de obstáculos el sendero a los británicos Jon Armstrong-Philip Hall. Independientemente del percance de los estonios, los Ford Fiesta Rally3 demostraron la meticulosa elaboración llevada a cabo por M-Sport. El producto goza de un nivel excepcional habida cuenta de su juventud frente a la más consagrada categoría Rally2-Kit y a los vehículos de producción, a los que precisamente vienen a suceder.
Javier Pardo-Adrián Pérez se impusieron en su debut en la categoría ERC2 con el Suzuki gestionado por la filial peninsular.
En ERC2, inmejorable estreno de Suzuki Ibérica con Javier Pardo-Adrián Pérez y el Swift R4LLY S. Líderes tras el accidente de Tibor Érdi Jr.-Zoltán Csökö (Mitsubishi Lancer Evolution X), los gallegos no sucumbieron en estas vertiginosas carreteras y mezclaron la cautela con la inteligencia para proclamarse vencedores. Sus compañeros Joan Vinyes-Jordi Mercader concluyeron cuartos con una penalización de 1′. Lastrados por otra sanción, en su caso de 10″, los galos Victor Cartier-Fabien Craen fueron terceros con el novedoso Toyota Yaris Rally2-Kit, terminando justo a espaldas de los letones Dmitry Feofanov-Normunds Kokins (Suzuki Swift R4LLY S).
En ERC3 y ERC3 Junior, los finlandeses Sami Pajari-Enni Mälkönen cumplieron los pronósticos al volante del Ford Fiesta Rally4. Sintiéndose como en su tierra natal debido a las extremadamente elevadas velocidades medias propias del Rally de Polonia, superaron cómodamente a los Peugeot 208 Rally4 de los debutantes Mathieu Franceschi-Lucie Baud (ERC3) y Norbert Maior-Francesca Maior (ERC3 Junior). En la general de la categoría cerraron el podio los catalanes Josep Bassas-Axel Coronado (Peugeot 208 Rally2), mientras en la división reservada a los menores de 27 años se subieron al último peldaño del cajón Nick Loof-Hugo Magalhães (Ford Fiesta Rally4). Problemas con la caja de cambios de su Renault Clio Rally4 forzaron la retirada de los nórdicos Ola Nore Jr.-Jorgen Eriksen en el enlace al tramo final cuando luchaban por los puestos de honor.
Sami Pajari-Enni Mälkönen, los más rápidos en ERC3 y ERC3 Junior con el Ford Fiesta Rally4.
En la Abarth Rally Cup, los polacos Dariusz Polonski-Lukasz Sitek completaron con éxito su solitaria participación en la monomarca reservada al modelo 124 RGT de propulsión de la marca del escorpión, garantizándose así unos puntos que al término del curso se tornarán en preciosos. Por lo que respecta a la más concurrida Renault Clio Trophy, los argentinos Paulo Soria-Marcelo Der Ohannesian dominaron de cabo a rabo con su Rally5 y endosaron más de cuatro minutos a los siguientes en la tabla, Ghjuvanni Rossi-Baptiste Volpei.