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Puñetazo sobre la mesa de los franceses en el Rally Safari de Kenia. El retorno de la histórica prueba africana al Mundial se saldó con la cuarta victoria del curso para Sébastien Ogier-Julien Ingrassia, que disponen en el ecuador del campeonato de una renta de 34 puntos al frente de la tabla. Los del Toyota Yaris WRC luchaban por la segunda plaza ante la revelación del fin de semana, la dupla conformada por Takamoto Katsuta-Daniel Barritt, pero la debacle de Hyundai con las suspensiones convirtió ese duelo en un desafío por el triunfo en el que se impusieron los defensores del título.

En todas las tormentas que se suceden en el Mundial de Rallyes emerge la misma figura, la de los franceses Sébastien Ogier-Julien Ingrassia. A pesar de que en la etapa del viernes perdieron dos minutos por problemas de lubricación en la suspensión trasera izquierda de su Toyota Yaris WRC, los vigentes campeones protagonizaron una meteórica remontada culminada con el triunfo en el Rally Safari de Kenia, una de las victorias que más recordarán los heptacampeones.

Cuando la clasificación parecía indicar que los belgas Thierry Neuville-Martijn Wydaeghe, líderes indiscutibles del evento africano, se harían con el máximo de puntos, las suspensiones de su Hyundai i20 Coupé WRC respetaron la tradición de romperse que comenzó a mediados del pasado mes de mayo en Portugal. En una de las curvas más lentas de la jornada, el amortiguador trasero derecho abandonaba a la tripulación #11 de la forma más cruel posible.

Así las cosas, el japonés Takamoto Katsuta se encontraba en una situación privilegiada junto a su navegante británico Daniel Barritt. Sin embargo, las circunstancias no acompañaban al protegido de Toyota, que equipaba el menos efectivo compuesto duro combinado con los dos blandos que le restaban. Con Ogier-Ingrassia a la caza, resultó imposible aguantar el empuje de los galos a la pareja revelación de la temporada, que se contentó con su primer podio en la categoría reina del certamen.

En el tercer lugar y con el papel de salvar los muebles de Hyundai en un año para olvidar, los estonios Ott Tänak-Martin Järveoja, que no pisaban el cuadro de honor desde que se impusieron en el Rally Ártico de Finlandia allá por el mes de febrero. Víctimas de los constantes problemas de suspensión que padecen las monturas surcoreanas, rodaron durante el fin de semana guardándose un margen considerable, ya que el tercer abandono consecutivo sepultaría por completo sus complejas opciones a recuperar el trono internacional.

Por detrás, la pugna Ford Fiesta WRC entre los integrantes de M-Sport no concluyó hasta que ambos cruzaron la pancarta de meta de la Power Stage, tramo en el que los cinco puntos de bonificación los lograron Tänak-Järveoja. Aunque recibían la orden de asegurar el resultado, Adrien Fourmaux-Renaud Jamoul se despojaron de la extrema cautela con la que abordaron las jornadas previas y superaron en 9.9″ a Gus Greensmith-Chris Patterson, consiguiendo además su primera victoria parcial en la penúltima cronometrada del día. No obstante, los comisarios les penalizaban con 10″, lo justo para retornar a P5, por un corte desmesurado en el TC-14.

Entre los reincorporados a la caravana destacaron Kalle Rovanperä-Jonne Halttunen. Frustrados por la arena que les enterró cuando aspiraban al oro keniata el viernes, se recompusieron hasta finalizar en la sexta plaza, botín al que añaden cuatro puntos en la Power Stage. Por su parte, Elfyn Evans-Scott Martin cerraron el top diez a espaldas de los más rápidos en WRC3.

En esa división imperó el local Onkar Rai, que gestionó a la perfección su amplia renta con la colaboración del copiloto escocés Drew Sturrock a los mandos del Volkswagen Polo GTI R5. Rai dedicó este resultado a su hermano Tejveer, que volcó en los compases iniciales del Safari. El podio de la categoría lo completaron Karan Patel-Tauseef Khan (Ford Fiesta R5) y Carl Tundo-Timothy Jessop (Volkswagen Polo GTI R5), en ese orden.

Foto: Red Bull Content Pool