Una montura icónica del automovilismo canario se despide de su hogar durante los últimos veintitrés años y vuelve a sus orígenes. El Škoda Octavia Kit-Car que compartían Antonio Ponce y Raúl Quesada retorna a la República Checa, lugar en el que descansará en un museo como el vehículo con el que el checo Pavel Sibera se impuso en el Campeonato de Europa de Rallyes de 2 Ruedas Motrices allá por el curso 1998. Precisamente al año siguiente recaló en nuestras islas, pasando por las manos de hasta seis pilotos y compitiendo tanto en tierra como en asfalto.

El Škoda Octavia Kit-Car que se impuso en el Campeonato de Europa de Rallyes de 2 Ruedas Motrices de 1998 regresa a casa después de veintitrés años en los que disfrutó de las especiales canarias de una forma casi ininterrumpida. Así lo ha confirmado Antonio Ponce, que lo compartía con Raúl Quesada hasta que hoy embarca hacia un museo de un coleccionista en la República Checa, en el que descansará con la librea empleada por Pavel Sibera-Petr Gross en su curso más exitoso.

Esta unidad arribó al archipiélago en 1999, destinándolo Fuertwagen a la grava con Javier Fránquiz al volante. Sus primeros éxitos no tardaron en llegar, imponiéndose el majorero y su navegante Juan Manuel Fuentes en el Rallysprint Corralejo-Majanicho y en el Rallye de La Oliva. En el 2000 continuó en manos de Fránquiz-Fuentes hasta que en las temporadas 2002 y 2003 recayó sin la compañía de la fortuna en las de Zósimo Hernández-Carlos Larrodé.

Las averías frustraron la experiencia de la dupla herreño-grancanaria con un Octavia Kit-Car que recuperó Javier Fránquiz en el 2005 antes de ceder el testigo al propio Antonio Ponce, que lo estrenó en el asfalto español junto a Rubén González con victoria en el Rallye de Maspalomas. Para el 2006 se hicieron con los mandos del Škoda Juan José Betancor-Juan Ramírez, empleándolo de nuevo en tierra, más concretamente en la modalidad de slalom.

A partir del 2007, el modelo de la marca con base en la localidad de Mladá Boleslav gozó de siete cursos de continuidad con Alexis Romero. El lanzaroteño no logró triunfos con él, pero sí que cuajó varias actuaciones meritorias que le permitieron subir al cuadro de honor en más de una ocasión. Sin embargo, sus últimas participaciones fueron lastradas por infinidad de averías.

En ese momento aparecieron Raúl Quesada y Antonio Ponce, que tras un exigente periodo de restauración, lo devolvían a un asfalto en el que hizo gala de un ritmo vertiginoso siempre y cuando la mecánica lo permitía. Especialmente brillante fue el rendimiento del de Valleseco en las últimas pruebas del Škoda Octavia Kit-Car en Canarias, intercalándose entre mecánicas con unas capacidades muy superiores a las del artefacto checo.

Foto: Daniel García Photography

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