La pareja francesa podría sentenciar matemáticamente el campeonato este fin de semana en las vertiginosas pistas finlandesas. El mítico ‘1000 Lagos’ vuelve a la élite del automovilismo en carretera tras el parón obligado de la pandemia, y lo hace celebrando su septuagésima edición. Además, la prueba con base en Jyväskylä será la última sobre grava en la que compitan los actuales vehículos World Rally Car, ya que las dos restantes se disputarán con el asfalto como firme. Tres binomios son los que podrían aplazar los festejos a los hombres de Toyota Gazoo Racing WRT.
Lo tienen a tiro. El octavo título de Sébastien Ogier-Julien Ingrassia cerraría con letras de oro la trayectoria a tiempo completo de los franceses en el Mundial de Rallyes, aunque el futuro del piloto de Gap está todavía por resolver. Con tres pruebas -incluido el Rally de Finlandia de esta semana- por celebrar y la amplia ventaja de la que disponen al frente del campeonato, rematadamente mal han de sucederse los acontecimientos para privar a los de Toyota de una corona más.
Con 90 puntos en oferta, Ogier-Ingrassia necesitarían endosar 16 a sus compañeros Elfyn Evans-Scott Martin y 10 a Thierry Neuville-Martijn Wydaeghe para que los números les otorguen de nuevo el cetro intercontinental. Por tanto, la presión recae sobre los británicos de Toyota y los belgas de Hyundai, a quienes urge contener los avances de la tripulación #1. Aunque estas son las únicas duplas con opciones medianamente reales de aguar la fiesta a los galos, otros equipos jugarán sus cartas.
Ateniéndonos a su excepcional estado de forma, Kalle Rovanperä-Jonne Halttunen parten con la vitola de favoritos en la cita de casa. Los del Toyota Yaris WRC #69, en el caso de finalizar por delante de Ogier-Ingrassia, pospondrían la sentencia del certamen al Rally RACC-Catalunya Costa Daurada. Y es que los nórdicos figuran cuartos de la clasificación a tan solo 1 punto de Neuville-Wydaeghe, binomio al que los intereses de su marca podrían condicionar su nivel de ataque en los rasantes de Finlandia.
La única esperanza de los pupilos de Andrea Adamo en estos momentos se alberga en el apartado de fabricantes, en el que sus rivales japoneses mandan con cierto margen. El dirigente italiano ha recurrido a los irlandeses Craig Breen-Paul Nagle para la tercera unidad, mientras que la aportación de los estonios Ott Tänak-Martin Järveoja, últimos ganadores del ‘1000 Lagos’, dependerá de si erradican los constantes errores con las que han protagonizado una temporada cuanto menos mediocre.
También habrá que tener en cuenta a los Toyota Yaris WRC de Takamoto Katsuta-Aaron Johnston y Esapekka Lappi-Janne Ferm. El japonés ha desarrollado la mayor parte de su carrera en las exigentes carreteras de la península escandinava, toda vez que los ex-oficiales de Citroën retornan a la categoría reina en una oportunidad de demostrar que merecen un asiento en la próxima era del Mundial. Los Ford Fiesta WRC de Gus Greensmith-Chris Patterson y Adrien Fourmaux-Renaud Jamoul cierran el grupo WRC.
En WRC2, la ausencia de Andreas Mikkelsen posiciona en el centro de los focos a su compatriota Mads Ostberg. Acompañado por Torstein Eriksen, el vigente campeón de la división de plata se ha visto excesivamente condicionado por la fragilidad del Citroën C3 Rally2. Los locales Jari Huttunen-Mikko Lukka (Hyundai i20 N Rally2) y Teemu Suninen-Markko Salminen (Volkswagen Polo GTI R5) ofrecerán férrea competencia a los noruegos, como así lo harán Oliver Solberg-Craig Drew (Hyundai i20 N Rally2).
En WRC3 comandan la lista los españoles Pepe López-Borja Odriozola con el Škoda Fabia Rally2 Evo de RaceSeven. Ambos prepararon su asalto a los singulares rasantes del norte europeo el pasado fin de semana compitiendo en el Kokkolan UA 60-v Ralli. En el mismo se enfrentaron a los Škoda de perfectos conocedores del terreno con los que se reencontrarán el viernes, léase Mikko Heikkilä-Topi Luhtinen, Teemu Asunmaa-Marko Salminen y Emil Lindholm-Reeta Hämäläinen, entre otros.
Foto: Red Bull Content Pool
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