La Escudería DGJ Sport Team recupera este año la nocturnidad en el Rallye Villa de Santa Brígida. Desde la temporada 2014 no comenzaba la prueba satauteña con una especial nocturna en la jornada del viernes. Aunque en relación con el kilometraje total de aquella edición el tramo de ‘Higuera Canaria-La Atalaya’ representaba menos del 10%, la diferencia que Vicente Bolaños-Magnolia Herrera endosaron con su Mitsubishi Lancer Evo IX a Rubén Curbelo-Israel Pereira, que también empleaban un artefacto de la firma de los tres diamantes, les permitió proclamarse vencedores en la tarde del sábado.
Cuando una prueba comienza con un tramo nocturno de unos pocos kilómetros, el planteamiento de la inmensa mayoría de pilotos cambia. Ninguno quiere arruinar su fin de semana por culpa de un error grosero a las primeras de cambio. Las frenadas se aproximan con cautela y los golpes al acelerador se miden al milímetro. Todos desean cruzar por la pancarta de meta y superar el trámite con trampa de la jornada del viernes. Pero, por otra parte, el tiempo invertido en la especial nocturna también cuenta para la clasificación final. Los que extreman en demasía precauciones lo pagan caro.
En marzo de 2014 empezó por última vez el Rallye Villa de Santa Brígida en estas condiciones. La Federación de Automovilismo de Las Palmas, responsable del evento en aquellos años, escogió los 7.80 kilómetros de ‘Higuera Canaria-La Atalaya’, una cronometrada tan popular como amenazante. La constante sucesión de curvas de velocidad media-alta no admite fallos de conducción. Por un lado está la valla. Por el otro, un muro de piedra. Así desde la mismísima salida hasta el control stop.
Nadie asumió demasiados riesgos en esa noche primaveral, pero Vicente Bolaños-Magnolia Herrera se anotaron un scratch que resultaría decisivo al término de la etapa del sábado. Los del Mitsubishi Lancer Evo IX establecieron un registro inalcanzable para sus rivales. Los hermanos Marrero, a los mandos del Honda Civic Type R R3, cedieron 3.7″ con la dupla de BP El Taro, mientras que Rubén Curbelo-Israel Pereira, armados con otra unidad Mitsubishi Lancer Evo IX, perdieron 5.8″ con la marca de referencia.
El día siguiente los equipos tendrían que completar los 76.35 kilómetros de competición restantes. Bolaños-Herrera amanecieron con fuerza y reforzaron su liderato con dos victorias parciales de cuatro posibles en el bucle matinal, compuesto por dos pasadas a ‘Santa Brígida’ y una a ‘Utiaca-Aríñez’ y ‘Cueva Grande’. Al regreso a las asistencias, su renta al frente de la clasificación se había triplicado. Justo por detrás, Curbelo-Pereira superaban a los Marrero, pero la dupla lanzaroteño-grancanaria marchaba a una distancia considerable de sus predecesores, 14.1″ para ser concretos.
Sin embargo, en la sección intermedia los segundos clasificados aplicaron presión sobre Bolaños-Herrera, especialmente con su soberbia actuación en las estrecheces de ‘Los Silos-Santa Brígida’. Lograron disminuir la ventaja de sus rivales en 6.4″ tras una de las especiales más cortas. En la general les separaban 10.4″ a falta de tres tramos. ¿Sería posible la remontada? Ambas formaciones pugnaban por estrenar su palmarés. Había demasiado premio en juego. El cazador gastaría las tres balas que le quedaban en la recámara, pero el cazado trataría de escapar para mantenerse a salvo.
Los últimos pasos por ‘Utiaca-Aríñez’, ‘Cueva Grande’ y ‘Los Silos-Santa Brígida’ coronarían a los vencedores del 30º Rallye Villa de Santa Brígida. En la fase crítica respondieron Bolaños-Herrera, que intentaron marcar tierra de por medio con sus contrincantes. Pero Curbelo-Pereira no arrojaron la toalla, recuperando 3.9″ en la penúltima cronometrada. Ya solo faltaban 5.80 kilómetros. Los perseguidores sumaron un nuevo scratch… aunque insuficiente para encaramarse al peldaño más alto del podio. El viernes se dejaron 5.8″ y el sábado lo finalizaron a 5.7″ de los ganadores.
La noche definió el orden entre Bolaños-Herrera y Curbelo-Pereira en la cita inaugural de aquel Campeonato Provincial de Las Palmas de Rallyes sobre Asfalto. Hoy, a partir de las 21:00 horas, se repetirá un arranque nocturno. La luna volverá a brillar y los participantes volverán a abrirse paso con sus parrillas de faros, pero lo harán en un recorrido inédito en el municipio de Las Palmas de Gran Canaria. El objetivo principal, superarlo sin mayores contratiempos… y sin pérdidas de tiempo.
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