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El piloto ariquero logró su tercera victoria de la temporada en la 9ª Subida a Betancuria, una prueba en la que nunca antes había participado. A pesar del desconocimiento del terreno, el vigente campeón regional estableció en la última ascensión por la carretera FV-30 un estratosférico registro de 3:01.844 que quedará grabado en el palmarés de la rampa majorera. Sin embargo, esa plusmarca podría haber sido totalmente eclipsada si el de la Nova Proto NP01 no hubiese estado obligado a abortar uno de sus intentos debido a un incidente en una manga de vital importancia.

El Campeonato de Canarias de Montaña se desplazó el pasado sábado a Fuerteventura para la disputa de su cuarta cita. A la 9ª Subida a Betancuria acudieron los tres aspirantes al título en el apartado de carrozados y el protagonista de los últimos tiempos: Lauren García. El piloto ariquero decidió incluir en sus planes la rampa majorera a pesar de no haberla disputado con anterioridad. Como en cada ronda en la que participa, se marcó el objetivo de lograr la victoria y establecer un nuevo récord.

La ascensión betancuriana es una de las más propicias para la Nova Proto NP01 del tinerfeño. Discurre por un tramo de 6.55 kilómetros de la FV-30, una vía con impecable asfalto y una anchura que invita a explorar límites. Sin embargo, cuenta con dos partes muy diferenciadas. Antes de cruzar por el núcleo poblacional destacan las curvas de velocidad media-alta, pero después de este hay que abordar una zona más técnica que llega hasta la meta. Asimilar ese cambio radical resulta fundamental.

García no disponía de ningún dato previo para adaptar su monoplaza a las exigencias de este recorrido. Por tanto, debía recopilar toda la información posible en la manga de entrenamientos. Solo así conseguiría encontrar la dirección correcta a la hora de elaborar los reglajes, especialmente los de suspensión, un componente crítico en la efectividad de la barqueta. La cronometrada de pruebas avanzaba positivamente, pero en la frenada a un viraje cerrado de izquierdas se truncó el intento.

Los comisarios de ruta obligaron al natural de Arico a reducir la marcha por razones de seguridad. En la salida de ese giro se encontraba el Audi R8 LMS Ultra Evo de Ángel Bello atascado en el guardarraíl. El candidato al entorchado en la Categoría I perdió el control del artefacto de la firma de los cuatro aros al aplicar el pedal del acelerador. Antes de arribar al escenario del accidente, García había completado la mitad rápida de la subida. Por el sector más revirado tuvo que pasar neutralizado.

El dominador de la modalidad partió a la primera manga oficial con una configuración decente, aunque todavía lejos de considerarse óptima. Modificó los parámetros de la Nova Proto NP01 según sus sensaciones en la parte baja. Independientemente de esa circunstancia, Lauren pulverizó el récord que ostentaba Luis Monzón. Esto entraba dentro de todos los pronósticos. Lo que no figuraba tanto en ellos era la posibilidad de rodar tan pronto a una escalofriante media de 127 kilómetros por hora.

La ascensión definitiva sí la afrontó con un set-up adecuado. Basta con comprobar en cuanto rebajó su marca personal. Había establecido un registro de 3:05.354 que eclipsó con un 3:01.884 bestial. Aún con esa notable mejoría, García se quedó con un regusto amargo por lo sucedido en los entrenamientos: «Ha sido una pena encontrarnos el accidente. Nos quedamos sin unas referencias importantes para bajar el tiempo un poquito más». Habrá que esperar para romper la barrera de los tres minutos.