El piloto tinerfeño llegó el pasado sábado a la rampa de Betancuria como primer clasificado del Campeonato de Canarias de Montaña. Un problema mecánico, el segundo en dos pruebas consecutivas, le impidió defender su condición y pugnar por una posición en el cuadro de honor. La regularidad a la que se había abonado en las citas inaugurales de la temporada se ha truncado por la fragilidad de su montura. Con el abandono en la ascensión majorera, el de Arona arrastrará un cero que no podrá repetir en las tres citas que restan, ya que el reglamento solo permite descartar un resultado.

El Campeonato de Canarias de Montaña desembarcó en Fuerteventura cargado de emoción en el apartado de turismos. Los tres aspirantes al título llegaron separados por apenas un punto. El grupo lo comandaba un Víctor Martín muy regular en la fase inicial de la temporada. El del Cupra León, en su regreso a la competición después de un largo parón, se abonó a la constancia en las rampas de San Isidro, Degollada de Peraza y Haría, aunque en esta última se cruzó con un contratiempo inesperado.

El tinerfeño escogió una montura competitiva y que debería asegurar unos excelentes niveles de resistencia. La vertiente deportiva de SEAT compitió con el modelo que ahora emplea Martín en certámenes internacionales de reputado prestigio. En muy pocas ocasiones registraron abandonos por culpa de fallos mecánicos. Los kilómetros acumulados en los test de desarrollo y los añadidos en las primeras carreras habían sido suficientes para mejorar las partes en las que se lamentaban carencias.

Sin embargo, la falta de fiabilidad se ha cebado con el aronero. En la segunda manga oficial de la ascensión lanzaroteña le sorprendió una avería en el turbo. Su Cupra León dejó una inmensa columna de humo que incluso obligó a detener el transcurso de la cronometrada. Afortunadamente para Martín, ese incidente no ocasionó daños en términos de puntos. Ingresó su coche en el parque cerrado final de la prueba y sumó lo correspondiente a la quinta plaza. Concluir más arriba se antojaba imposible.

El pasado fin de semana se desplazó a tierras majoreras al frente del Regional y con el ánimo de recomponerse al agridulce percance sufrido en la cita anterior. Sus mecánicos habían revisado los componentes del artefacto español y todo parecía en orden, pero se toparon con un nuevo infortunio, esta vez en los entrenamientos. El turbo que estrenaban, presumiblemente por un defecto de fábrica, decía basta. Este cero ejercerá de descarte en el casillero de Martín. No podrá permitirse ninguno más.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.