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El piloto del Hyundai i20 R5 regresó el pasado fin de semana a la isla de Tenerife después de un lustro sin participar en sus pruebas. El grancanario, seguidor este año del Campeonato de Canarias de Rallyes sobre Asfalto, partía con el objetivo de evidenciar su progresión con el artefacto surcoreano. Aunque no lograba imprimir un ritmo tan alto como el de sus rivales en el certamen regional, el de YHM Motorsport arribó al ecuador del ‘Ciudad de La Laguna’ en la tercera plaza de la general. Sin embargo, un accidente en la segunda pasada por ‘Los Loros’ le abocó al abandono en un evento muy difícil.

Benjamín Avella regresó el pasado fin de semana a Tenerife después de cinco años sin competir en la isla. El piloto de Gran Canaria, uno de los animadores del Campeonato de Canarias de Rallyes sobre Asfalto, cruzaba la frontera marítima entre las provincias oriental y occidental con buenas sensaciones al volante del Hyundai i20 R5. El sábado anterior, en el fatídico 8º Rally Comarca Norte, había cosechado su primera victoria de la temporada tras dominar en cuatro de las cinco especiales celebradas.

La intención del hombre de YHM Motorsport, acompañado por Agustín Alemán, era la de evidenciar su progresión en un certamen de superior rango al promovido por la Federación de Automovilismo de Las Palmas. Para cumplir ese objetivo tendría que sobreponerse al desconocimiento del terreno, ya que de las cuatro especiales diferentes que componían el itinerario del ‘Ciudad de La Laguna’ él solo había realizado una, la de ‘Los Loros’. Sin embargo, un elemento más incrementó la dificultad de la empresa.

Las hostilidades comenzaron en la noche del viernes con dos pasadas por ‘El Boquerón-Valle Guerra’. Ambas totalizaban más de catorce kilómetros de lucha contra el cronómetro, una distancia importante. Avella terminó la primera jornada de competición a medio minuto del líder, el local Enrique Cruz, y por detrás del Peugeot 208 Rally4 de Raúl Hernández. Esa pérdida de tiempo tan temprana le obligó a cambiar sus planes. Alcanzar al segundo clasificado, el palmero Miguel Suárez, se antojaba imposible.

En la mañana del sábado, después de dormir muy pocas horas, el grancanario comentaba en exclusiva a RMRacingMode.com el motivo de la loza que le lastraba en la tabla: «En la primera pasada cometimos un error en la recta de las chicanes. No anotamos bien dónde estaban y en esas condiciones no se veía nada. Ahí lo perdimos todo, porque los en parciales no veníamos tan mal. En la segunda el problema era yo. Físicamente no estoy bien, ayer incluso me dio un poco de fiebre, y ahí salí un poco perdido».

El fuerte proceso gripal del que Avella se recuperaba lo complicó todo. Al término del bucle matinal de la etapa más larga había ascendido a la tercera plaza, pero seguía insatisfecho con su velocidad. El de Escudería Maspalomas catalogó ese día como «el peor que he tenido en un coche de carreras». Además del malestar, admitió un error en la planificación de la prueba. Pensaba que con empezar a entrenar dos días antes del inicio del evento habría sido suficiente, pero rápidamente se dio cuenta de su error.

La sección de la tarde remató su experiencia en la isla picuda. Aunque la afrontaba liberado de la presión de Raúl Carro, el del Hyundai i20 R5 sufrió una salida de carretera en la repetición de ‘Los Loros’. El problema de salud que todavía le afectaba había condenado su aventura en la cita organizada por Sport Eventos Tenerife. Mantener la concentración se convirtió en una pesadilla desde el principio. Este cero, el segundo del año, compromete sus aspiraciones a los puestos de honor en el ‘Mundialito’.

Foto: Óscar Quintana