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El galdense repite tercer puesto en la 11ª Subida Montaña Alta – Guía. La superioridad de los vehículos de sus predecesores le impide aspirar a plazas más altas en la segunda cita del Campeonato Provincial de Las Palmas de la disciplina. Sin embargo, la regularidad le mantiene en la batalla por un título que acarició el año pasado en Tunte. «No logramos estar más adelante, pero tampoco más atrás, que es bastante bueno», asegura el del Mitsubishi Lancer Evo VII. Sobre las mejoras introducidas en invierno, el de Silenciosos DBM afirma que «el coche ofrece unas sensaciones completamente diferentes».

Gustavo Bolaños cosechó la segunda tercera posición de la temporada el pasado fin de semana en la 11ª Subida Montaña Alta – Guía. El piloto galdense volvió a maximizar las prestaciones de su Mitsubishi Lancer Evo VII para acabar la cita organizada por Club Deportivo Azuatil en su sitio natural. Consciente de que para progresar en la clasificación necesita que sus rivales sufran algún tipo de contratiempo, el vigente subcampeón del Provincial de Las Palmas de la disciplina permanece abonado a la regularidad.

Esta estrategia le otorgó sus frutos la temporada pasada, en la que aspiró a certificar el entorchado hasta la última prueba. «Ni conseguimos estar más adelante pero tampoco más atrás, que es bastante bueno», declara el representante de Escudería Aterura. Asimismo, Bolaños manifiesta que se preocupó porque los contrincantes que concluyeron a su espalda no le sorprendieran: «A los demás también había que vigilarlos. En un descuido te podían superar, pero logramos asegurar una plaza cómoda».

Poco más de siete segundos separaron a Gustavo del segundo puesto en la ascensión ubicada al norte de Gran Canaria. «Hay que estar ahí y esperar por si los delante cometen algún error, circunstancia que es parte de las carreras», asevera el hombre de Silenciosos DBM. Esa amplia diferencia con Iván Armas, unida al margen de seguridad que en la primera manga oficial había construido sobre Juany Jorge, le invitaron a cambiar de planteamiento para la última escalada. «Me la tomé en plan disfrute», afirma.

Por otra parte, Bolaños aprovechó la prueba guiense para seguir adaptándose a las evoluciones que su vehículo estrenó en Juncalillo. «El coche corre una barbaridad, cuando sube de vueltas pega un tirón que en las rectas de Montaña Alta era impresionante», comenta. El natural del municipio de Gáldar ya centra su atención en la 20ª Subida de Tejeda, una rampa con validez regional: «La afrontamos con más ilusión todavía. Sabemos que terminar en podio estará más difícil, pero nos prepararemos para ello».