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El de Tance Isora Motorsport lamenta que un problema mecánico le impidiese tomar la partida en la segunda manga oficial de la ascensión inaugural del Campeonato de Tenerife de Montaña. Tras realizar un análisis de su actuación en la única escalada cronometrada en la que participó, el del Citroën DS3 asegura que había identificado diferentes zonas en las que podría haber rebajado de forma notable su registro. «Me quedé con la miel en los labios», comenta. A pesar de todo, siente «satisfacción» por conseguir finalizar en la tercera posición de la Categoría I en la prueba de su debut con el vehículo francés.

Ángel Nicolás Correa causó sensación en la 9ª Subida al Boquerón. El piloto tinerfeño estrenó en la cita inaugural del Campeonato de Tenerife de Montaña un Citroën DS3 que años antes había luchado por varios títulos en el Mundial de Rallycross. Después de apenas completar cinco vueltas en el Circuito de Maspalomas, acudió a la prueba de Sport Eventos Tenerife con la incertidumbre de la altura a la que podría situarse en comparación con el resto de rivales. Sin embargo, esa duda la resolvió con rapidez.

Al término de la manga de entrenamientos, ‘Tito’ figuraba en la segunda posición de la Categoría I. Por delante solo aparecía el Porsche 911 991 GT3 de Carlos Hernández, que le había endosado casi cinco segundos. En la primera escalada oficial, el abanderado de Tance Isora Motorsport mejoró de forma considerable su marca inicial. Esto le permitió superar al de Guamasa, aunque no alcanzar el puesto de mayor privilegio, ocupado por el Ford Fiesta R5+ del vigente campeón del certamen, Juan Carlos Brito.

Correa necesitaba encontrar unos cuatro segundos en la última intentona para aspirar a empezar su relación con el artefacto francés con una victoria. No obstante, sufrió un problema mecánico que le impidió cumplir con su ilusión. «Al regreso de la primera oficial tuve el infortunio de que algún cable hizo mal contacto y a raíz de ello comenzó a salir humo extraño del coche», asegura. Los mecánicos de su equipo localizaron el percance pero, «por precaución», ‘Tito’ descartó afrontar la cronometrada final.

«Me quedé con la miel en los labios porque ya iba conociendo el Citroën y en la última tenía pensado ir a por todas», confiesa Correa. Después de analizar la onboard de la escalada en la que fijó su mejor tiempo personal, ‘Tito’ manifiesta que identificó las zonas en las que podría haber limado su registro. «De la salida hasta la rotonda pude sacar un par de segundos si aprovechaba un poco más la potencia y, desde ahí a la cerrada de derechas de la parte alta, se podían rascar unos tres o cuatro más», revela.

A pesar de todo, el hombre de Construcciones Tito expresa que «la tercera plaza supone una inyección de moral muy fuerte» en el inicio de su andadura con el vehículo galo. «El puesto que hice se debe a que la adaptación fue temprana», detalla. Comparando la conducción que requiere su nueva montura con la que demanda el Ford Escort RS Cosworth, Correa comenta que «parece que estás en tu casa jugando con una consola, mientras con el otro cada metro que recorres tienes que hacerlo a brazos».