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El vigente campeón de la Copa de España de Rallyes de Tierra finaliza la segunda cita del certamen nacional en la novena posición a efectos de puntuación. Las áridas condiciones que marcan el desarrollo del 12º Rallye Tierras Altas de Lorca penalizan al grancanario, adelantado en el orden de salida con su Skoda Fabia Rally2 Evo. Daniel Sosa, a la derecha del gallego Xesús Alfonsín, logra la victoria en la categoría Rally5. Ambos, compartiendo el habitáculo de un Renault Clio, endosan más de tres minutos a sus únicos rivales. Gustavo Sosa abandona en la sección matinal por una avería en el Skoda Fabia R5.

Juan Carlos Quintana atraviesa una difícil defensa del título en la Copa de España de Rallyes de Tierra. El piloto de Tejeda afrontó el pasado fin de semana el 12º Rallye Tierras Altas de Lorca con el objetivo de reponerse a la sucesión de trompos que marcó su inicio de año en Galicia. Sin embargo, la combinación entre su puesto de salida y las condiciones de las especiales frustró su participación en la cita murciana. El resultado, una novena plaza a efectos de puntos que le sigue alejando de sus contrincantes directos.

El tiempo fijado en el Tramo Cronometrado de Calificación condicionó las aspiraciones del tejedense en la prueba mediterránea. Sin la posibilidad de elegir un lugar más retrasado, el del Skoda Fabia Rally2 Evo tomó la partida de cada cronometrada desde la segunda posición. Esto le obligó a limpiar el camino a sus rivales y a pelear de forma continua por encontrar unos niveles de tracción óptimos. Con todo, la coincidencia del Supercampeonato de España ayudó a limitar daños. Su principal rival terminó quinto.

El majorero Gustavo Sosa figuró en la lista de retirados a las primeras de cambios. Su Skoda Fabia R5 no logró resistir al bucle matinal debido a una avería mecánica. El representante de las Islas que mejor actuación protagonizó fue el navegante Daniel Sosa. Repitiendo a la derecha del gallego Xesús Alfonsín, el grancanario obtuvo la victoria en la categoría Rally5 con un Renault Clio. La ventaja que endosó a sus únicos oponentes en ese apartado, que competían en casa, acarició la frontera de los cuatro minutos.

Foto: RFEdA