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El experimentado piloto de Santa Úrsula lidia desde la primera especial de la cita de Escudería Daute-Realejos con la avería de ese componente de su Ford Fiesta R5. El impulso de los aficionados le motiva a permanecer en carrera y arribar a la ceremonia de llegada en el municipio de Los Realejos. «El coche era inconducible, lo pasamos muy mal», asegura el integrante del equipo Febrigar. Sus aspiraciones a terminar en las ocho primeras posiciones, dinamitadas por un problema que les aboca a una lejanísima duodécima plaza con doce minutos de losa. «Lo importante es que llegamos a meta».

El 39º Rallye Orvecame Norte permanecerá varios años en el recuerdo de Félix Brito. El veterano piloto de Santa Úrsula afrontaba la cita inaugural del Campeonato de Canarias de Rallyes sobre Asfalto con la mayor de las ilusiones, pero un problema desde la primera especial convirtió su fin de semana en una auténtica pesadilla. A pesar de los esfuerzos realizados en cada asistencia, los mecánicos de su equipo no dispusieron del tiempo necesario para solventar una avería que le hizo perder más de doce minutos.

El de Febrigar comenzó a sospechar acerca del contratiempo cuando su Ford Fiesta R5 reaccionaba de manera brusca en las frenadas. La especial de apertura la completó después de sufrir varios trompos. Aunque en algunos momentos sopesó el abandono debido a la gravedad del percance, el mayor de la saga Brito encontró en los aficionados el impulso necesario para permanecer en carrera y arribar a la ceremonia de llegada en Los Realejos. Tras «mucho sufrimiento», lo consiguió en el duodécimo lugar.

«Rompimos el autoblocante y eso causó muchos problemas. Lo pasamos muy mal», asegura Félix. El bucle matinal les descartó de la batalla por las posiciones delanteras. Al tiempo perdido con «un coche inconducible» se unió una penalización de un minuto por adelantarse en el control horario previo a la salida de ‘Villa de San Juan de la Rambla’. La desastrosa mañana quedó reflejada en la clasificación, ya que en ese momento ocupaba el trigésimo octavo puesto. «El premio fue estar en la llegada», añade.

Brito agradece a los miembros de su formación su entrega en busca de un remedio que, al menos, le permitiese conducir: «Tengo que felicitarles porque sin ellos no hubiese estado aquí». El santaursulero también guarda muestras de cariño para todos los aficionados, un colectivo que se convirtió en su fuente de ánimo. «Me veo muy apoyado en este rallye. La motivación mía es ese público que siempre está conmigo. Por ellos quise terminar», sentencia Félix, que sigue agrandando su historial deportivo.

Foto: Óscar Quintana