La dupla gala realizó su trabajo y logró el objetivo. Sorteando con éxito las inmensas dificultades que la meteorología presentó en el ACI Rally Monza, Ogier-Ingrassia se hicieron con una victoria que les otorga el séptimo título absoluto en el FIA World Rally Championship. Mientras el resto de aspirantes al entorchado, a excepción de Tänak-Järveoja, sucumbían ante la adversidad, la tripulación #17 se encaminó hacia un vital triunfo con el que recuperan el trono que la pasada temporada cedieron. Hyundai Motorsport, con dos i20 Coupé WRC en el podio, revalidó el entorchado de marcas.
La experiencia es un grado, y en ese aspecto ninguno de los competidores actuales del FIA World Rally Championship superan a Sébastien Ogier-Julien Ingrassia. Los franceses arribaron al Autodromo Nazionale de Monza a catorce puntos de los líderes del certamen, sus compañeros de equipo Elfyn Evans-Scott Martin. Además de las tripulaciones de Toyota Gazoo Racing, los titulares a tiempo completo de Hyundai Motorsport, Thierry Neuville-Nicolas Gilsoul y Ott Tänak-Martin Järveoja, comenzaron la ronda final del certamen con opciones matemáticas al título.
Con una meteorología increíblemente adversa durante todo el fin de semana, tanto Neuville-Gilsoul como Evans-Martin cometieron unos errores que acarrearon graves consecuencias. Mientras los belgas se despedían de cualquier opción en la tarde del viernes al dañar la rueda delantera derecha con una protección de hormigón y posteriormente filtrarse agua en el motor del vehículo surcoreano, la salida de carretera que ayer sufrieron los británicos en el TC-11 no diluía por completo sus esperanzas, ya que Ogier-Ingrassia deberían cruzar la línea de meta con un botín mínimo de quince puntos.
Pero partiendo líderes a la última etapa, desarrollada en las pistas de las instalaciones del ‘Templo de la Velocidad’, la pareja francesa marcó el registro de referencia en la primera especial del día y, a partir de ahí, se dedicaron a gestionar su holgada renta al frente sobre los Hyundai de Daniel Sordo-Carlos del Barrio y Tänak-Järveoja. Con los integrantes de la formación comandada por Andrea Adamo centrados en asegurar la corona de marcas por segundo año consecutivo al equipo con base en Alzenau, Ogier-Ingrassia cumplieron con el objetivo y recuperaron el entorchado en esta campaña empañada por la pandemia del coronavirus. A pesar de regresar a lo más alto de la especialidad, Sébastien contuvo su celebración consciente de la situación que atraviesa el planeta en lo sanitario.
A espaldas de los Campeones del Mundo de Rallyes de 2020 concluyeron Tänak-Järveoja en un prueba en la que primaron los puntos para la firma que representan. Los estonios arrebataron la medalla de plata a Sordo-Del Barrio en la Power Stage final, aunque esta lucha interna carecía de interés por parte de ambos dúos debido al importante galardón que se disputaban frente a Toyota. Con las emociones a flor de piel, Adamo celebró la reválida con los suyos en un escenario de culto para los amantes del automovilismo, especialmente los italianos como él.
En la cuarta plaza finalizaron Esapekka Lappi-Janne Ferm con sensaciones agridulces. Aunque demostraron en las complejas condiciones que poseen la velocidad necesaria para inquietar a los oficiales, las declaraciones del piloto finlandés en cuanto a su futuro en la categoría reina con el Ford Fiesta WRC de M-Sport no eran precisamente alentadoras. La estructura de Malcolm Wilson, afectada severamente por la crisis, ha confirmado en numerosas ocasiones que cerrar la plantilla para 2021 no es una prioridad. Con el asiento asegurado en Toyota, Kalle Rovanperä-Jonne Halttunen firmaron una quinta posición con la que cerraron positivamente su campaña de debut en la primera división.
Evans-Martin se lanzaron a por los cinco puntos de la cronometrada de bonificación, para así añadir presión a Ogier-Ingrassia. No obstante, el empuje excesivo del #33 provocó dos paradas de motor al Toyota Yaris WRC, recayendo el scratch en la Power Stage en el japonés Takamoto Katsuta, acompañado por Daniel Barritt. El protegido de los directivos nipones protagonizó unos excelentes 14.97 kilómetros con los que maquilló el incidente del jueves que le apeó de la batalla por el top diez.
En WRC2, los noruegos Mads Ostberg-Torstein Eriksen derrotaron a los nervios y se impusieron a Pontus Tidemand-Patrik Barth, adjudicándose así el título con el Citroën C3 Rally2. Los suecos trataron de evitar la victoria de sus oponentes, entregándose a fondo a los mandos del Škoda Fabia Rally2 Evo de Toksport WRT. Sin embargo, la amplia diferencia entre los suecos y sus predecesores, además de un pinchazo en el TC-16, resultó imposible de neutralizar. Los versados Jan Kopecký-Jan Hlousek, en el habitáculo de otro Škoda Fabia Rally2 Evo, completaron el cuadro de honor en su vuelta al campeonato.
Por lo que respecta a WRC3, Andreas Mikkelsen-Anders Jaeger se hicieron con el triunfo desde el sexto lugar de la clasificación general. Con un Škoda Fabia Rally2 Evo preparado por los húngaros de Eurosol Racing Team, contuvieron las acometidas de los jóvenes Oliver Solberg-Aaron Johnston, empleando también la montura procedente de la factoría de Mladá Boleslav. Entre los contendientes al entorchado destacaron los finlandeses Jari Huttunen-Mikko Lukka, entregando de esta forma otro premio a Hyundai con el NG i20 Rally2.
En Junior WRC, explosión de júbilo de Tom Kristensson-Joakim Sjöberg, únicos supervivientes de los candidatos a recibir en propiedad el nuevo Ford Fiesta Rally2 MKII y el apoyo en materia de neumáticos de Pirelli. Los nórdicos no fallaron y endosaron más de tres minutos a Fabrizio Zaldívar-Rogelio Peñate, sus rivales más próximos al término de la cita transalpina.
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