La escudería Alfa Romeo Racing ORLEN presentó en la mañana de hoy lunes el monoplaza con el que competirán en la temporada más larga en la historia del Mundial de Fórmula 1. Con la misma alineación con la que la firma italiana comenzó la temporada 2019, Kimi Räikkönen y Antonio Giovinazzi serán los encargados de iniciar el proceso de recuperación con el C41. Sin embargo, un importante porcentaje de sus opciones para ascender en la tabla se centra en los motores Ferrari que equiparán a lo largo de la campaña.
El regreso de Alfa Romeo al Mundial de Fórmula, en asociación con los suizos de Sauber, devolvió a la élite automovilística a un fabricante que dominó los primeros años del certamen con pilotos como Juan Manuel Fangio, Giuseppe Farina y Luigi Fagioli. Pero su vuelta al ruedo en el año 2018 no formaba parte de un programa con el que volver a luchar por los títulos, labor que corresponde a la Scuderia Ferrari. El objetivo de Alfa Romeo, además de ayudar a Sauber en el fundamental aspecto económico, era el de preparar a las jóvenes promesas de la formación más laureada del Gran Circo para su ascenso a Maranello.
La primera temporada del proyecto de Alfa Romeo funcionó a la perfección. El monegasco Charles Leclerc brilló con un monoplaza inferior al de sus rivales y apabulló a su compañero de equipo, el sueco Marcus Ericsson, ganándose así la confianza de los directivos de Ferrari para acompañar a Sebastian Vettel durante el siguiente curso, piloto al que aplicó unos niveles de presión insostenibles que acabarían con la trayectoria del tetracampeón alemán en las filas lideradas por Mattia Binotto.
La promoción de Leclerc cambió la perspectiva de Alfa Romeo, que se haría con los servicios del nombre más experimentado en el Gran Circo: Kimi Räikkönen. La pasión del finlandés por situarse en el cockpit de los monoplazas más rápidos del planeta le impidió sopesar la retirada, apostando por reencontrarse con la estructura que le dio su primera oportunidad allá por el curso 2001. A su lado estaría el italiano Antonio Giovinazzi, que cargaba sobre sus hombros con el peso de repetir las estelares actuaciones de Leclerc. No obstante, el que sumó la inmensa mayoría de puntos fue Räikkönen, quedándose Giovinazzi cubierto por la sombra de su jefe de filas.
A pesar de los resultados, Alfa Romeo y Ferrari acordaron continuar con esa alineación en un atípico 2020 en el que imperó la falta de competitividad en los de Hinwil. La unidad de potencia suministrada por sus hermanos mayores, caracterizada por un rendimiento increíblemente deficiente, relegó a Alfa Romeo a las últimas plazas de la parrilla. Al menos, Giovinazzi aprendió las lecciones de su temporada de debut e igualó sus actuaciones con las de Räikkönen, principal motivo por el que sus superiores renovaron su confianza con el #99.
Aunque la estabilidad reglamentaria podría plantear lo contrario, Alfa Romeo Racing ORLEN presentó en Varsovia el bólido con el que competirán en este 2021 -apellidado C41- con tintes de ilusión y ansias de remontar. El conocimiento que Räikkönen y Giovinazzi atesoran, más las indispensables aportaciones del polaco Robert Kubica como probador, permiten a la escuadra comandada por Frédéric Vasseur mostrarse optimista ante el comienzo de un campeonato compuesto por nada menos que veintitrés Grandes Premios. Aunque, la gran incógnita, que resolverán en los test de Bahréin, será la de la unidad de potencia Ferrari, el lastre que les apeó de la clase media el pasado año.
Foto: Alfa Romeo Racing ORLEN
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