Racing Mode

El piloto de Gáldar arranca el Campeonato Provincial de Las Palmas de Montaña con una tercera posición en la prueba de su municipio, la 27ª Subida de Juncalillo. Un problema con el arranque del Mitsubishi Lancer Evo VII le impidió tomar la partida en la última manga oficial, en la que piensa que podría haber discutido la medalla de plata a un Iván Armas que se encontraba en pleno periodo de adaptación a su nueva montura. Introduciendo varias novedades en su vehículo, el actual subcampeón del certamen tratará de luchar por el entorchado frente a Miguel Cabral, aunque asegura que «no será fácil».

Gustavo Bolaños inicia el curso 2023 con el ambicioso objetivo de arrebatar el título en el Campeonato Provincial de Las Palmas de Montaña a Miguel Cabral. Después de quedarse a las puertas de la corona la pasada temporada debido a una avería en la rampa de Tunte, el piloto galdense buscará resarcirse con un Mitsubishi Lancer Evo VII actualizado en el aspecto mecánico. El hombre de Silenciosos DBM asegura que, con las mejoras introducidas, podrá conseguir «cosas bastante interesantes» este año.

«Está claro que no es fácil, pero viendo cómo se sucedieron los acontecimientos durante el 2022, no es nada del otro mundo el poder alcanzar el título», sentencia un Bolaños que concluyó tercero en la 27ª Subida de Juncalillo. Con el apoyo de sus vecinos, sumó una importante cuantía de puntos, aunque lamenta que un problema le impidiera tomar la partida en la última manga oficial: «Quién sabe lo que hubiera pasado si hubiésemos podido salir. Estoy seguro de que habríamos estado más cerca de Iván».

Poco más de dos segundos separaron a Bolaños de esa segunda plaza en la que finalizó Armas. «Nos hubiera venido estupendo para el certamen, pero creo que tomamos la mejor decisión, la única que teníamos que tomar», afirma el natural del municipio de Gáldar. «El tiempo que estuvimos esperando en la cuesta de la salida ocasionó el problema que nos obligó a abortar. Decidí parar el coche para prevenir un exceso de temperatura. Al reiniciarlo, el arranque se quedó enganchado», explica Gustavo.

Sobre las evoluciones que estrenó en la ascensión norteña, Bolaños comenta que «comparado con el coche del año pasado, este es muy diferente». El mayor salto prestacional entre uno y otro reside en la entrega de potencia, ahora mucho más directa. «Las mejoras funcionan, pero tengo que adaptarme al tipo de conducción que exigen. Estoy contento con ellas», sentencia. La próxima participación de Gustavo se producirá en la 11ª Subida Montaña Alta, ascensión de la que conoce la fórmula del éxito.

Foto: Óscar Quintana